Identificar a los actores concretos en los espacios de gestión municipal con los cuales la biblioteca puede tejer redes de aliados y establecer ámbitos de colaboración.
Una vez que tenemos “mapeado” el territorio en términos de los temas en agenda y preocupaciones de la población, así como los actores relevantes, es hora de comenzar a poner el lente sobre el municipio. Ya habremos identificado al municipio en general y a alguno de sus departamentos o unidades como relevantes para la iniciativa. En este paso, se trata de identificar las dinámicas de trabajo municipales y situar en ellas a la biblioteca y a los actores municipales concretos (cargos, roles y personas con nombre y apellido) para generar alianzas.
Un aprendizaje de la experiencia de Bibliotecas para tu acción ciudadana es lo fundamental que es contar con otros actores del municipio con quienes construir lazos de colaboración. La recomendación es: ¡siempre busque aliados!
Lo primero es focalizar la mirada en los actores municipales que nos arrojó el paso 3, ¿quiénes aparecen en posición de apoyo, más interesados y con mayor influencia? A ellos es a los que primero hay que sumar a la iniciativa. Por lo tanto, complete el mapa de actores (cargo y nombre) priorizando a los que son más importantes de sumar al proyecto (si identifica ahora a alguno que no había considerado antes, es el momento para agregarlo).
Luego, describa por qué es importante cada actor seleccionado. Los distintos actores del gobierno local poseen diferentes recursos (poder político, presupuestario, administrativo-jurídico, conocimiento, redes, legitimidad interna, legitimidad externa, etc.) que pueden ponerse a disposición del proyecto si es que se persigue como objetivo. Por ello, identifique con qué recursos cuenta cada actor y de qué modo podría contribuir al proyecto que impulsa la biblioteca.
Algunos serán interlocutores “naturales” por el tema que se aborde (por ejemplo, si se aborda la temática medioambiental, la unidad o departamento municipal de medioambiente será un actor clave con el cual vincularse), mientras que en otros casos podrá darse una relación con una contraparte de tipo más global (por ejemplo, con la Dirección de Desarrollo Comunitario, que lleva la relación con las organizaciones sociales y ejecuta los programas sociales).
Inicialmente el equipo encargado del proyecto Sexualidad responsable estuvo conformado por la encargada de la biblioteca pública y el encargado de transparencia municipal. Con el andar de los primeros meses, desde la biblioteca se planteó la necesidad de formar dupla con la Oficina de Protección de Derechos de la Infancia (OPD), que temáticamente se vinculaba más con la iniciativa y cuya encargada, además, había trabajado anteriormente de forma activa en otra iniciativa con la que se había vinculado la biblioteca. Este cambio respondió, como se ve, a una mayor pertinencia temática y también a un conocimiento personal previo, lo que facilitó la coordinación y adicionalmente trajo como beneficio que le abrió la puerta a la Red de Infancia y Familia de la comuna, instancia que calzaba perfecto para abordar los temas impulsados por la biblioteca.
El equipo local para impulsar la iniciativa Voces de mi pueblo estuvo inicialmente compuesto por el encargado de la biblioteca y la contraparte municipal de la Dirección de Desarrollo Comunitario. Luego de un tiempo desde el inicio, la biblioteca se vinculó más estrechamente con la Fundación de Cultura y Turismo de la municipalidad, con la cual compartía un interés temático –el rescate patrimonial de la cultura atacameña- y además una cercanía espacial –ambos edificios están contiguos. Finalmente, la contraparte municipal dejó de ser DIDECO y pasó a ser la Fundación de Cultura, generándose la posibilidad de un trabajo más fructífero.